Hidalgo: ¿Héroe o Villano?
Profra. Maribel Gómez Hernández
Miguel Hidalgo y Costilla evoca la imagen perfecta de los ideales de patriotismo y emancipación; el cura cuyos ideales postulados en contra de la esclavitud fueron los artilugios que destruyeron tan nefasta práctica de la faz de nuestra América y que por sí solo, es piedra angular de lo que hoy es México. Sin embargo, encontramos que detrás de esa estampa magnánima esculpida en el bronce de la historia adoctrinante se encuentra un Hidalgo hombre, el ser humano que, como cualquier otro adoleció de defectos pero que mostró muchas y variadas virtudes. La pregunta cabe en este momento plantearla ¿Hasta qué punto las pasiones humanas de Hidalgo, el hombre, influyeron en su actuar histórico? ¿Ese por qué es ampliamente conocido?
Actualmente la historiografía contemporánea se ha encargado de develar muchos secretos de nuestra historia nacional y a más de un héroe patrio le ha tocado bajarse del pedestal sacro en el que se le rendía pleitesía. Hidalgo forma parte de este grupo de hombres desmitificados; y sin menoscabo de su gran obra como artífice insosloyable de la independencia de México, también tiene errores que por mucho tiempo la parte oficial acalló o quiso borrar de la memoria colectiva, por ejemplo que Hidalgo perteneciendo a la clase clerical tuvo una vida muy disoluta, en donde la bohemia, la afición a los juegos de azar y el alcohol abundaron al por mayor. Aún más contradictorio con los votos de castidad que profesó como sacerdote, fueron los hijos que tuvo con dos de sus más conocidas amantes.
No pretendo desmoronar un ideal colectivo del Padre Hidalgo, sólo busco mostrar la ambivalencia de los personajes históricos, pues sano es que una nación no viva engañada o envilecida con delirios de grandeza, así lo sostuvo Elena Poniatowska al mencionar: “¿Cómo se construye un gran país? Diciéndole la verdad”.
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